Continúa la incertidumbre sobre las ventas debido a la COVID en Europa, mientras que la atención se centra en las oportunidades para una recuperación ecológica en la industria automovilística europea.
Al igual que gran parte del resto del mundo, Europa sigue lidiando con la pandemia del coronavirus. Esto es cierto en la industria automotriz, que experimentó un repunte inesperado en septiembre, seguido de una caída en octubre, cuando comenzó a aumentar una nueva ola de casos en todo el continente. Sin embargo, el mundo tiene la mirada puesta en el futuro pospandémico, con las vacunas en el horizonte y la recuperación económica. Y muchos esperan que esa recuperación, que coincide con restricciones más estrictas en materia de emisiones y nuevas normas de financiación ecológica en Europa, sea una bendición para la economía verde.
Primero, las malas noticias. Las ventas de automóviles en Europa han seguido tendencias similares a las de otras partes del mundo. En octubre, los países europeos comenzaron a registrar un aumento de los casos y se reanudaron las restricciones. Con la entrada en vigor de las restricciones, las ventas de automóviles nuevos en octubre cayeron un 7 % interanual. España sufrió la mayor caída, con un descenso interanual del 21 % en las ventas. En lo que va de año, las matriculaciones de automóviles nuevos han caído casi un 27 % en Europa. Los analistas europeos prevén una caída del 25 % en las ventas totales este año, superior a la prevista inicialmente durante la pandemia.
Pero mientras el mundo espera ver la luz al final del túnel, la recuperación pospandémica está tomando forma. Muchos en todo el mundo han impulsado medidas de estímulo, nuevas normas y una recuperación centrada en el impacto medioambiental: una recuperación «verde». Carbon Brief ha elaborado un completo seguimiento de estas propuestas en todo el mundo. Los líderes de la industria automovilística también se han pronunciado a favor de la inversión en una recuperación verde.
En Europa, la recuperación llegará en un momento en el que la industria automovilística se enfrentará a nuevas restricciones financieras cuando la Comisión Europea aplique las normas de financiación ecológica a finales de 2021. Según estas normas, las inversiones «sostenibles» solo podrán mantener esa designación comercial si contribuyen de forma «sustancial» a la lucha contra el cambio climático (o a la adaptación al mismo). Según las normas propuestas recientemente por la Comisión Europea, los automóviles deben emitir menos de 50 g de dióxido de carbono por kilómetro para poder considerarse inversiones sostenibles. En 2026 entrarán en vigor normas aún más estrictas,según las cuales solo los automóviles con cero emisiones podrán considerarse sostenibles.
Algunos miembros de la industria automovilística han dado la voz de alarma sobre la posibilidad de que las normas propuestas en materia de financiación ecológica retrasen u obstaculicen la financiación del sector en el momento en que más la necesita. La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles teme que las normas propuestas puedan suponer un obstáculo para la financiación cuando el sector necesite fondos adicionales. Sin embargo, la asociación apoya las inversiones que necesita la industria automovilística para cumplir con los límites de emisiones cada vez más estrictos, como una red de puntos de recarga.Dependiendo de esas medidas de incentivo e inversión, esto podría suponer una oportunidad para ayudar a los fabricantes de automóviles a alcanzar los objetivos de cero emisiones establecidos por la Comisión Europea y estimular la recuperación económica.