Las empresas emergentes de telemedicina pueden sobrevivir y prosperar bajo una normativa renovada
Este artículo se publicó originalmente en TechCrunch el 24 de enero de 2022 y se reproduce con permiso.
A medida que la pandemia pasa de una fase aguda a otra en la que aprendemos a convivir con la COVID-19 como una presencia endémica, algunos empresarios e inversores pueden temer lo que le depara el futuro a la medicina virtual.
Casi la mitad de los estados de EE. UU. han puesto fin a las exenciones legales de emergencia introducidas durante la pandemia que permitían a los pacientes ser atendidos por médicos que ejercían en otros lugares. Para algunos, el fin de estas exenciones podría presagiar importantes obstáculos para la telemedicina: un retorno a las antiguas regulaciones que acaban con la promesa de las nuevas tecnologías.
Sin embargo, existe otra tesis, impulsada no por el miedo, sino por una visión estratégica, según la cual el regreso de las regulaciones podría significar algo mucho más beneficioso para las empresas emergentes de telemedicina y para quienes invierten en su éxito: una ventaja competitiva.
Las empresas de telemedicina que investiguen y comprendan el variado mosaico de regulaciones estatales y federales, analizándolas para identificar patrones y crear modelos de negocio escalables, sobrevivirán y prosperarán en el entorno futuro. Aquellas que no den prioridad a esta labor y actúen de forma impulsiva no obtendrán tan buenos resultados, ya que tanto los pacientes como las autoridades competentes intervendrán. Esto podría suponer una reestructuración clásica.
Incluso con el regreso de la regulación, las oportunidades en el ámbito de la salud digital seguirán creciendo. Aunque las leyes estatales puedan cambiar, la regla macroeconómica de la oferta y la demanda sigue vigente, y la demanda de atención médica por parte de los pacientes supera con creces la oferta de médicos disponibles. Ese desequilibrio solo se aceleró durante la pandemia, ya que los médicos y enfermeros redujeron su productividad, pasaron a desempeñar funciones menos estresantes o abandonaron por completo el sector.
En cuanto a la demanda, hay más pacientes que necesitan atención médica. Debido al envejecimiento de la generación del baby boom, los planes de seguro de la Ley de Cuidado de Salud Asequible y la proliferación de opciones de atención médica asequibles, hoy en día hay más personas con acceso a la atención médica que hace una década.
Por el lado de la oferta, la telemedicina aumenta la eficiencia y el acceso. Si bien el aumento de la telemedicina puede beneficiar a los médicos y enfermeros que luchan contra el agotamiento —se piensa que una menor necesidad de visitas presenciales puede reducir el estrés—, no cambia en nada el denominador de la ecuación. El aumento de la demanda interna ha superado, y seguirá superando, el número de nuevos médicos que se gradúan cada año.
Esta dinámica garantiza que las empresas emergentes de telemedicina que ofrecen una experiencia de usuario de calidad, servicios más especializados y matizados desde el punto de vista médico, y una mayor variedad de puntos de acceso virtuales seguirán teniendo una gran demanda.
Anteriormente, la telemedicina estaba reservada para la medicina académica o los beneficiarios de Medicare que vivían en zonas rurales, con amplias restricciones sobre quién podía recibir los servicios y a qué proveedores se les podía pagar por prestarlos. Mientras que en enero de 2020menos del 1 %de los servicios médicos se prestaban a través de la telemedicina, ahora se estima que esa cifra es38 vecessuperior a la referencia previa a la pandemia. De hecho, algunas empresas emergentes se han concebido, lanzado y financiado íntegramente durante la era de las exenciones por la COVID-19.
Las empresas emergentes que ganaron terreno en un momento en el que las normas eran menos estrictas ahora tendrán que mejorar su juego. Los reguladores lo esperan y los pacientes se lo merecen.
Es probable que aumente la presión para que se alcance algún tipo de claridad normativa. Junto con el número denuevas empresas de salud digitalque están pasando a ser grupos de proveedores virtuales y clínicas en línea, hay grandes actores que están acelerando su transformación digital,reduciendo la huellade sus instalaciones físicas y aumentando la atención virtual, incluidaslas alternativas de atención primaria virtual.
Ningún participante en el mercado debe dejarse llevar por la inacción debido a las prórrogas temporales de las exenciones por crisis. Los fundadores inteligentes (y sus inversores) no perderán tiempo en lanzar o modificar un negocio que pueda prosperar en un entorno en el que las regulaciones vuelvan a los estándares anteriores a la COVID.
Es un avance que permitirá que la telemedicina madure, pasando de ser un sustituto conveniente en una crisis a ganarse su propio lugar en la industria sanitaria como participante esencial en la continuidad de la atención médica.