Los bloqueos en China merman las ventas mundiales de vehículos
Hoy, Shanghái tiene previsto salir de un estricto confinamiento de dos meses por la COVID. Shanghái, la ciudad más grande de China, tiene una población de unos 25 millones de habitantes. El fin del confinamiento permitirá a los residentes moverse con mayor libertad por la ciudad, donde las restricciones habían obligado a algunas empresas a alojar a sus trabajadores in situ para continuar con sus operaciones. El actual repunte de la COVID en China y los consiguientes confinamientos siguen ejerciendo presión sobre la cadena de suministro y las operaciones de muchos grandes fabricantes de automóviles. Solo en Shanghái, los grandes fabricantes de automóviles registraron una caída del 75 % en la producción durante el mes de abril.
A principios de semana, Pekín también levantó las restricciones al teletrabajo. El impacto se está dejando sentir en las ventas mundiales de vehículos. China registró una caída del 41 % en la producción de turismos en abril. Shanghái también registró cero ventas de automóviles en abril.
En un esfuerzo por contrarrestar las débiles ventas de automóviles, a partir del 1 de junio, Pekín reducirá a la mitad el impuesto sobre las ventas de los vehículos de pasajeros con un precio igual o inferior a 300 000 yuanes y con motores de 2,0 litros o menos. La exención fiscal temporal estará vigente hasta el 31 de diciembre.
Los recientes confinamientos y la ralentización de las ventas han llevado a algunos analistas a rebajar sus previsiones globales para el año. Según informa Reuters, JD Power y LMC Automotive han reducido sus previsiones para el año a 80 millones de vehículos (una caída de alrededor de 1,7 millones de unidades). Las presiones inflacionistas globales también han contribuido a la rebaja de las previsiones, con una ralentización de la demanda prevista debido a que los consumidores posponen las compras importantes.
La buena noticia es que, de cara a finales de 2022 y principios de 2023, la reducción de la demanda podría aliviar algunas de las presiones sobre la cadena de suministro y los importantes retrasos en la entrega de vehículos nuevos, salvo que se produzcan nuevos accidentes graves con buques portacontenedores, perturbaciones meteorológicas graves o disturbios civiles.