Orientaciones actualizadas de la NCAA sobre la participación institucional en el NIL: Explicación
Este artículo fue publicado originalmente por el Sports Business Journal el 4 de noviembre de 2022 y se vuelve a publicar aquí con autorización.
El 26 de octubre, la Junta Directiva de la División I de la NCAA publicó unas directrices actualizadas sobre la regulación del nombre, la imagen y la semejanza tituladas "Participación institucional de la División I de la NCAA en las actividades NIL de los deportistas estudiantiles". Esta guía es la tercera misiva de la NCAA sobre su normativa NIL, después de su Política NIL provisional publicada el 30 de junio de 2021, y la Guía sobre la participación de terceros del 9 de mayo de 2022.
Las directrices actualizadas se basan en las políticas existentes de la NCAA, incluidos los Estatutos de la NCAA, y aclaran cómo deben cumplirse dichas políticas en la práctica. En particular, las directrices destacan las formas específicas permitidas y no permitidas de interacción institucional con entidades NIL de terceros, a saber, colectivos NIL, titulares de derechos institucionales de terceros y agentes de terceros. De este modo, las directrices actualizadas representan el intento más detallado de la NCAA de esbozar una normativa clara y transparente en el segundo año de la llamada "era NIL" del deporte universitario.
Orientaciones actualizadas
Las orientaciones actualizadas se dividen en cuatro partes: (i) Educación institucional y supervisión; (ii) Apoyo institucional a la actividad NIL de los estudiantes deportistas; (iii) Apoyo institucional a la entidad/colectivo NIL; y (iv) Negociación, reparto de ingresos y compensación.
En su sección Educación institucional y supervisión, las directrices actualizadas confirman que las universidades pueden proporcionar recursos educativos a sus estudiantes deportistas, colectivos del NIL, patrocinadores e incluso futuros estudiantes deportistas. Muchas universidades ya ofrecen formación a sus estudiantes deportistas en materia de educación financiera, fiscalidad y espíritu empresarial, pero la guía actualizada establece explícitamente que las instituciones pueden ofrecer estos recursos a los reclutas, a los promotores y a terceras entidades.
En el apartado Apoyo institucional a la actividad de los estudiantes deportistas, las directrices proporcionan información clave sobre la forma en que las instituciones pueden y no pueden apoyar la actividad NIL de los estudiantes deportistas. En particular, esta sección ofrece a las instituciones la libertad de colaborar estrechamente con entidades del NIL de terceros, incluso de colaborar directamente con dichas entidades para administrar los mercados del NIL e incluso de organizar que dichas entidades se comercialicen en el campus. Además, las escuelas pueden proporcionar material promocional y gráficos para uso de los estudiantes-atletas en el mercado NIL. Sin embargo, las directrices prohíben a las instituciones trabajar codo con codo con dichas entidades, ya que se prohíbe a las universidades comunicar las demandas contractuales entre los estudiantes deportistas y las entidades de terceros o ayudar proactivamente a la actividad NIL entre los estudiantes deportistas y terceros cuando dicha ayuda no se ofrezca a todos los estudiantes. Aun así, esta sección permite efectivamente a los colegios acoger abiertamente a las entidades NIL de terceros allí donde antes las instituciones se habían mostrado comprensiblemente reacias a colaborar con ellas.
La tercera sección, Apoyo institucional a la entidad/colectivo NIL, va quizás aún más lejos en la aclaración de una nueva relación permisiva entre las universidades y las entidades NIL de terceros. Las directrices permiten explícitamente a las instituciones ayudar a los colectivos NIL a recaudar fondos, entablar relaciones de patrocinio de buena fe con las entidades e incluso solicitar reuniones con donantes universitarios en su nombre. Aunque las directrices prohíben a las instituciones donar dinero en efectivo directamente a los colectivos NIL o hacer que el personal del departamento de atletismo trabaje directamente para ellos, esta sección expresa la admisión de que las universidades y los colectivos NIL pueden trabajar juntos, y ya lo hacen, en beneficio mutuo de todas las partes implicadas.
Por último, la sección de orientación titulada Negociación, reparto de ingresos y compensación contiene importantes aclaraciones sobre el hecho de que un tercero titular de derechos o agente afiliado a una escuela puede participar en actividades del NIL, pero no en nombre de los estudiantes deportistas de esa escuela. Esta sección también prohíbe expresamente a los miembros del personal de los departamentos deportivos y a las terceras entidades afiliadas representar a los estudiantes deportistas en acuerdos NIL, o a las conferencias deportivas compartir los ingresos de las retransmisiones o de las licencias con los estudiantes deportistas.
Para llevar
Es probable que los mayores beneficiarios de las directrices actualizadas sean los colectivos NIL y otras plataformas NIL de terceros. Antes de su publicación, algunas universidades se mostraban recelosas a la hora de relacionarse directamente con entidades NIL de terceros, ya que no estaba claro cómo podría aplicarse la normativa de la NCAA, hasta entonces imprecisa. Ahora, las instituciones cuentan con el consentimiento explícito de la NCAA para acoger a los colectivos del NIL con los brazos abiertos de diversas maneras, incluidos el patrocinio, la concesión de licencias y los acuerdos con proveedores, así como la activación en el campus y el acercamiento a los donantes universitarios.
Además, las instituciones que han llegado a acuerdos con terceras agencias de marketing u otras entidades para buscar y negociar activamente acuerdos en nombre de sus estudiantes deportistas pueden tener que replantearse la estructura de esas relaciones. Las nuevas directrices podrían interpretarse en el sentido de que prohíben este tipo de acuerdos, a menos que estas terceras entidades queden fuera del control directo de la universidad.
Por último, aunque es probable que el efecto neto de las directrices actualizadas sea un aumento de la actividad NIL en general, hay que señalar que la normativa de la NCAA amenaza con aplicar prohibiciones significativas que podrían servir para limitar las oportunidades comerciales de los estudiantes deportistas (por ejemplo, prohibiendo a las escuelas y a los titulares de derechos participar en actividades NIL en nombre de los estudiantes deportistas). Incluso reglamentos de sentido común como los esbozados en las directrices actualizadas podrían plantear cuestiones antimonopolio a raíz de la decisión del Tribunal Supremo de 2021 en el caso NCAA contra Alston.