Consideraciones sobre el suministro energético para los fabricantes que vuelven a trasladar su producción a Estados Unidos.
Principales conclusiones:
- La energía es ahora una prioridad estratégica: los fabricantes que están relocalizando sus operaciones deben considerar la planificación energética como un factor clave para los costes, la resiliencia y la sostenibilidad.
- Los cambios en las políticas requieren flexibilidad: la evolución de las prioridades energéticas federales hace que sea esencial contar con estrategias personalizadas y adaptadas a cada jurisdicción.
- Planifique con antelación y de forma estratégica: cada opción energética (certificados de energía renovable, acuerdos de compra de energía o generación in situ) conlleva implicaciones legales y financieras a largo plazo.
A medida que los fabricantes aceleran sus planes para trasladar sus operaciones de vuelta a Estados Unidos, la estrategia energética se ha convertido en una de las cuestiones más importantes y multidimensionales en el proceso de planificación de las instalaciones. Para las industrias que consumen mucha energía, la adquisición de energía no es solo una partida del presupuesto o una cuestión relacionada con los servicios públicos, sino que es un factor estratégico con implicaciones legales, financieras y operativas.
Esta importancia se ve amplificada por la incertidumbre política y normativa actual. La administración Trump ya ha introducido cambios significativos en el panorama energético y ha señalado que habrá más. Esto podría significar diferentes prioridades para la descarbonización, incentivos para las energías renovables o normas de autorización para proyectos de combustibles fósiles y líneas de transmisión.
Estos cambios en las prioridades afectan directamente a la forma en que los fabricantes evalúan las opciones energéticas, especialmente cuando están en juego inversiones a largo plazo. Los fabricantes deben adoptar un enfoque más estratégico y personalizado en la planificación energética para garantizar los objetivos operativos y la estructura de costes durante décadas.
Características de la energía para la fabricación
Las necesidades energéticas de los fabricantes son diferentes a las de muchos otros tipos de operaciones comerciales:
- Tamaño de la carga: Las operaciones de fabricación, en particular la fabricación pesada, suelen tener cargas relativamente grandes. Esto abre vías de suministro adicionales a los fabricantes y proporciona influencia en el mercado.
- Perfil de carga: Las operaciones de fabricación tienen necesidades energéticas relativamente constantes y predecibles, especialmente las instalaciones que funcionan en varios turnos.
- Horizontes a largo plazo: Las instalaciones de fabricación son activos de larga duración. Esto permite a los fabricantes tomar decisiones energéticas con una perspectiva de décadas, en lugar de meses.
- Consistencia y tiempo de actividad: Las interrupciones en el suministro energético suponen costosos tiempos de inactividad para las instalaciones. Para algunos fabricantes, las interrupciones en el suministro energético suponen daños en el inventario o en los equipos, por lo que la protección contra estas interrupciones es de suma importancia.
- Vapor de proceso: Algunas operaciones de fabricación también requieren energía térmica, vapor de proceso o insumos energéticos no eléctricos similares. Dichos requisitos limitarán sustancialmente las opciones de suministro de energía disponibles. En este caso, nos centraremos en los requisitos de carga exclusivamente eléctrica.
Para los fabricantes, el suministro energético es tan importante como la disponibilidad de mano de obra y la planificación operativa. En algunos sectores, las consideraciones energéticas incluso superan a factores tradicionales como el coste inmobiliario o la proximidad a los proveedores. La energía debe ser una oportunidad operativa intencionada para alinearse con los objetivos a largo plazo en materia de costes, sostenibilidad y resiliencia.
Cuatro objetivos estratégicos en materia de energía
Las estrategias energéticas de los fabricantes equilibran una combinación de cuatro objetivos energéticos contrapuestos:
- Reducir los costes energéticos totales, especialmente en sectores sensibles a los precios o con un alto consumo energético.
- Previsibilidad de los precios, para respaldar la planificación financiera a largo plazo.
- «Ecologizar» el suministro energético, por motivos ESG o normativos. En el caso de algunos productos y jurisdicciones, un suministro energético suficientemente ecológico también puede extender los beneficios «ecológicos» a los productos del fabricante.
- Protección contra interrupciones, para evitar pérdidas operativas y responsabilidades.
Sin embargo, ninguna estrategia energética puede alcanzar perfectamente todos estos objetivos al mismo tiempo. Es necesario tomar decisiones y hacer concesiones.
Enfoques de gestión energética
Con objetivos energéticos contrapuestos en juego, los fabricantes deben evaluar los enfoques de gestión disponibles, que varían en cuanto a complejidad, compromiso e impacto.
Certificados de energía renovable (REC). Aunque técnicamente no son energía, los REC son una herramienta sencilla para alcanzar los objetivos de ecologización energética. El fabricante compra energía de la red (o de cualquier otra fuente) y, por separado, adquiere REC en las cantidades deseadas. Esto permite al fabricante compensar las emisiones de la energía comprada.
- Ventajas: bajo coste; compromiso limitado; fácil de ejecutar; no se requieren instalaciones físicas.
- Contras: Aumenta el coste energético total; no contribuye a objetivos distintos de la ecologización.
- Caso de uso: Empresas que necesitan soluciones rápidas para la elaboración de informes ESG u objetivos ecológicos en fase inicial.
Compra de energía externa (suministro virtual o físico). Con este enfoque, el fabricante firma un acuerdo con el propietario de una central eléctrica que no se encuentra en las mismas instalaciones que la planta de fabricación, y la central eléctrica remota suministra energía a la planta de fabricación. Esta energía reducirá la cantidad de energía comprada a la empresa eléctrica local. Estos contratos financieros a largo plazo permiten a los fabricantes fijar sus costes energéticos a largo plazo.
- Ventajas: Puede proporcionar una reducción general de los costes, certeza en los precios y una energía más ecológica; no requiere construcción local.
- Contras: Compromiso potencialmente a largo plazo; disponibilidad limitada en mercados energéticos totalmente regulados; no ofrece protección contra interrupciones; el suministro remoto puede no proporcionar energía ecológica en todas las circunstancias.
- Caso de uso: compradores sofisticados con sólidos equipos jurídicos y financieros.
Instalación energética in situ. Una instalación energética construida en la planta de fabricación o junto a ella puede proporcionar generación de energía, almacenamiento de energía o ambos.
- Ventajas: Fuerte alineación con los cuatro objetivos; protección contra interrupciones físicas disponible.
- Contras: Requiere terreno, capital y tiempo para el desarrollo y la construcción; compromiso a largo plazo.
- Caso de uso: Instalaciones de fabricación a largo plazo con acceso a terrenos o regímenes de permisos favorables; instalaciones de fabricación que requieren protección contra interrupciones.
Microrredes. Los sistemas energéticos autónomos que pueden aislarse de la red ofrecen resiliencia y autonomía. Las microrredes combinan múltiples soluciones de generación y almacenamiento para maximizar el control del suministro energético.
- Ventajas: Resistencia; control de precios; diseño personalizado.
- Contras: Alta complejidad operativa; obstáculos normativos; puede ser necesario recurrir a la redundancia/sobreoferta.
- Caso de uso: Fabricación de misión crítica; ubicaciones remotas o fuera de la red.
Elegir un camino: consideraciones legales y operativas
Independientemente de la tecnología, los parámetros clave de decisión deben guiar la planificación energética de los fabricantes:
- Tiempo de preparación: las estrategias que requieren el desarrollo o la construcción de plantas de energía suelen llevar más tiempo que las estrategias que solo implican acuerdos contractuales. Las tecnologías requieren plazos de entrega diferentes.
- Duración del compromiso: la mayoría de las opciones analizadas requieren un compromiso a largo plazo, pero la duración de ese compromiso puede variar significativamente en función de la tecnología y la estructura elegidas. Tenga en cuenta esos plazos a la hora de tomar su decisión.
- Condiciones financieras y contractuales: los contratos relacionados con la planificación energética pueden ser complejos y las condiciones específicas pueden variar considerablemente. La evaluación de los detalles financieros y contractuales debe considerarse en una fase temprana del proceso.
- Consideraciones normativas: la generación y el transporte de energía están muy regulados en todas partes, pero sigue habiendo diferencias significativas entre las distintas jurisdicciones. El proceso, la estructura, las condiciones e incluso la disponibilidad de las soluciones in situ y externas estarán sujetos y limitados por las normas locales o regionales.
- Ubicación y permisos: las normas locales de zonificación y medioambientales pueden modificar el análisis de rentabilidad de diversas estrategias energéticas y, en algunos casos, pueden limitar las opciones disponibles in situ.
Los fabricantes que planean iniciar o ampliar sus operaciones en Estados Unidos deben adoptar un enfoque informado, flexible y consciente de la jurisdicción en materia de energía. La elaboración de estrategias energéticas implica tener en cuenta los compromisos a largo plazo, el panorama normativo y las consideraciones financieras y operativas. Con una planificación adecuada, los fabricantes pueden alinear sus estrategias energéticas con objetivos empresariales más amplios, garantizando la eficiencia operativa, la rentabilidad y la sostenibilidad en un panorama energético impredecible.