Cristina Solomon analiza las adaptaciones que deben realizar los empleadores para los empleados que padecen COVID prolongado.
Cristina Portela Solomon, socia de Foley & Lardner LLP, compartió su visión sobre las formas en que los empleadores pueden adaptarse para satisfacer las necesidades de los empleados en el artículo de Health Payer Specialist titulado«El COVID prolongado es una carga para quienes lo padecen y un reto para los empleadores».
Solomon dijo que hay varios factores que hacen que el COVID prolongado sea difícil de abordar con un enfoque único, entre ellos que la experiencia puede ser «diferente el lunes que el martes» y lo difícil que puede resultar para los empleados obtener un diagnóstico que les permita solicitar las adaptaciones necesarias.
Los médicos generales pueden mostrarse reacios a realizar el diagnóstico porque «no lo entienden», afirmó Solomon, señalando que los pacientes también pueden tardar meses en acudir a una clínica que pueda diagnosticar y tratar el COVID prolongado.
Incluso si un empleado aún no ha obtenido un certificado médico, Solomon sugirió que las organizaciones deberían considerar la posibilidad de conceder una adaptación si el trabajador está haciendo un esfuerzo por obtener un diagnóstico. Esto puede incluir concertar una cita en una clínica especializada en COVID prolongado.
Solomon destacó otras formas en que los empleadores pueden realizar ajustes para las personas que padecen COVID prolongado, como permitir un horario de trabajo modificado, descansos adicionales o proporcionar una habitación oscura y tranquila para relajarse. «Estas medidas están ganando mucha aceptación», afirmó.
De cara al futuro, Solomon sugirió que podría ser útil tanto para los profesionales de recursos humanos como para los directivos recibir formación sobre este tema.
«Si lo entienden, serán más comprensivos», añadió.
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