La FTC y el DOJ retiran las directrices para la colaboración entre competidores
El 11 de diciembre de 2024, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) y la Comisión Federal de Comercio (FTC) (en conjunto, «las Agencias») retiraron conjuntamente las Directrices antimonopolio para la colaboración entre competidores de 2000 («Directrices»). Durante más de dos décadas, estas Directrices proporcionaron a las empresas que operaban en los Estados Unidos un marco para evaluar la legalidad de las colaboraciones con competidores, tales como acuerdos de producción conjunta, empresas conjuntas, acuerdos de comercialización, distribución o venta conjunta, asociaciones de investigación conjunta, intercambio de información y determinadas actividades de asociaciones comerciales. Las Directrices también proporcionaban «zonas seguras» o «zonas de seguridad» antimonopolísticas para determinados tipos de colaboraciones que, según las Agencias, no estarían sujetas a impugnaciones antimonopolísticas. La retirada conjunta de las Directrices aclara la decisión de las Agencias de eliminar cualquier zona segura antimonopolística. La retirada también fue notable, ya que la acción de las Agencias se produjo poco antes de la llegada de la Administración Trump y de la transición a un nuevo presidente de la FTC.
Resumen de las directrices
Las zonas de seguridad y otros principios generales establecidos por las Directrices ayudaron a las partes que contemplaban colaboraciones a comprender cuándo es relativamente improbable que las actividades empresariales conjuntas planteen problemas de competencia. Esto incluye determinadas situaciones en las que las colaboraciones no aumentarían significativamente el poder de mercado (es decir, si la cuota de mercado de las partes implicadas es relativamente baja), en las que las colaboraciones reducen los costes o promueven la innovación, o en las que los participantes ocupan posiciones complementarias —en lugar de directamente competitivas— en el mercado. Aunque las Directrices no eran declaraciones jurídicas vinculantes, servían como autoridad persuasiva para los tribunales y proporcionaban orientación práctica a la comunidad empresarial. Las Directrices también ofrecían información útil sobre las prioridades de las agencias en materia de aplicación de la ley y los tipos de colaboraciones que probablemente examinarían y cuestionarían.
Impacto de la retirada
En una declaración conjunta, el Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio afirmaron que las Directrices ya no ofrecen una orientación fiable sobre cómo evalúan las agencias las colaboraciones. Aunque la Comisión Federal de Comercio y el Departamento de Justicia advirtieron que la retirada no debe considerarse un cambio en la forma en que se examinarán en el futuro las cuestiones antimonopolio planteadas por las colaboraciones, las agencias animaron a las empresas que estén considerando colaborar con sus competidores a consultar las leyes y la jurisprudencia pertinentes para evaluar si una colaboración infringiría la ley. La FTC votó por 3 a 2, siguiendo líneas partidistas, a favor de retirar las Directrices, con los comisionados republicanos Andrew Ferguson —elegido por el presidente electo Trump para presidir la FTC— y Melissa Holyoak votando en contra de la retirada. Como afirmó la comisionada Holyoak en su voto particular discrepante, la retirada de esta orientación significa que las empresas tendrán que tener «abogados antimonopolio en marcación rápida» para evaluar las colaboraciones en el futuro.[1]
Al retirar las Directrices, las Agencias afirmaron que la retirada estaba justificada porque las Directrices se basaban en «métodos analíticos obsoletos que no reflejan los avances en tecnología, estrategia empresarial y disciplinas económicas» que han cambiado la forma en que las autoridades evaluadoras valoran las implicaciones de las colaboraciones empresariales modernas. Además, las Agencias afirmaron que las Directrices no abordan «las implicaciones competitivas de las combinaciones empresariales modernas y las tecnologías en rápida evolución, como la inteligencia artificial, los modelos algorítmicos de fijación de precios, las integraciones verticales y las fusiones».»
La retirada de las Directrices se produce tras la retirada por parte de las Agencias en 2023 de las Declaraciones de Política de Cumplimiento en materia de Atención Sanitaria, que anteriormente proporcionaban «refugios seguros» para el intercambio de determinadas categorías y tipos de información. Aunque las Declaraciones de Política de Cumplimiento en materia de Atención Sanitaria se emitieron para el sector sanitario, tanto los profesionales como las empresas de otros sectores se basaban en ellas, y se citaban en las Directrices. Con la retirada de las Declaraciones de Política de Cumplimiento en materia de Salud y de las Directrices, las agencias han dejado a las empresas sin «refugios seguros» específicos ni normas transparentes que guíen sus decisiones, lo que genera incertidumbre a la hora de evaluar los riesgos y tomar decisiones empresariales.
Próximos pasos para las empresas
A la luz de la retirada de las Directrices, las empresas deberían considerar la posibilidad de consultar a un abogado especializado en antimonopolio antes de emprender cualquier empresa conjunta, colaboración o intercambio de información sensible con competidores reales o potenciales. Del mismo modo, las empresas deberían considerar la posibilidad de contratar a un abogado especializado en antimonopolio para evaluar el riesgo de cualquier colaboración existente que hayan establecido con competidores, incluidas las colaboraciones que puedan haberse realizado basándose en las Directrices.
Aunque el Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio puedan publicar directrices nuevas o actualizadas bajo la próxima administración, este proceso llevará tiempo. Mientras tanto, las empresas pueden mitigar los posibles riesgos antimonopolísticos evaluando cuidadosamente la necesidad de cualquier colaboración o empresa conjunta, documentando claramente los beneficios procompetitivos de las colaboraciones, limitando el intercambio de información a datos no sensibles, salvo que el asesor jurídico indique lo contrario, y evitando acuerdos que puedan considerarse restrictivos de la competencia.
Si tiene alguna pregunta sobre las directrices para la colaboración entre competidores, póngase en contacto con los autores de este artículo o con su abogado de Foley & Lardner.
[1] [4] Declaración disidente de la comisionada Melissa Holyoak sobre la retirada de las Directrices antimonopolio de 2000 para la colaboración entre competidores, n.º V250000 (11 de diciembre de 2024), https://www.ftc.gov/system/files/ftc_gov/pdf/holyoak-collaboration-guidelines-withdrawal-statement.pdf.