Cómo navegar por la estrategia de Trump en semiconductores
A medida que avanza el segundo mandato del presidente Donald Trump, el enfoque del gobierno hacia la industria de semiconductores está experimentando un cambio significativo. Las partes interesadas de la industria deben anticipar cambios en áreas clave, incluyendo la "Ley CHIPS y Ciencia", implementaciones arancelarias, controles de exportación y marcos regulatorios.
Reevaluación de la Ley CHIPS y de Ciencia
Promulgada en 2022, la "Ley CHIPS y de Ciencia" asignó fondos sustanciales para impulsar la fabricación nacional de semiconductores y la investigación. A pesar de su apoyo bipartidista, el presidente Trump ha criticado la ley, calificándola de subvención innecesaria.
"Su Ley CHIPS es una cosa horrible, horrible. Damos cientos de miles de millones de dólares y no significa nada. Toman nuestro dinero y no lo gastan... Debería deshacerse de la Ley CHIPS y lo que sobre, Sr. Presidente, debería usarlo para reducir la deuda".
Discurso del presidente Trump ante el Congreso, 4 de marzo de 2025
Los informes sugieren que la Administración está considerando derogar o modificar la ley, favoreciendo reducciones fiscales más amplias y aranceles elevados como mecanismos para estimular un "renacimiento de la fabricación." Este cambio de política afectará inevitablemente a los proyectos de semiconductores en curso y futuros en Estados Unidos.
Como mínimo, la Administración Trump probablemente revisará y buscará oportunidades para modificar los contratos y subvenciones emitidos bajo la Administración Biden, incluyendo el intento de eliminar las disposiciones relacionadas con la diversidad, la equidad y la inclusión. Las empresas que participaron en los programas de la "Ley CHIPS" deben esperar un mayor escrutinio por parte de los departamentos federales, los inspectores generales y el Congreso que buscan demostrar que la Administración Biden malgastó los fondos de los contribuyentes en la ejecución de la "Ley CHIPS."
Aranceles elevados, control de las exportaciones y restricciones tecnológicas
En consonancia con su filosofía comercial de "Estados Unidos primero", el presidente Trump se ha lanzado a imponer aranceles significativos a las importaciones, incluido un arancel universal del 20 % sobre los productos chinos y un arancel del 25 % sobre todos los productos procedentes de Canadá y México, con notables excepciones para aquellos cubiertos por el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA). Con medidas adicionales en estudio, se prevé que estos movimientos perturben las cadenas de suministro mundiales, afectando especialmente a la industria de semiconductores, que depende en gran medida de la colaboración internacional. La imposición de estos aranceles podría provocar un aumento de los costes de los productos electrónicos de consumo y posibles medidas de represalia por parte de los socios comerciales.
Durante los últimos meses de la Administración Biden, se introdujeron importantes controles a la exportación para limitar el acceso de China a la tecnología avanzada de semiconductores estadounidense, alegando motivos de seguridad nacional. Estas medidas incluían restricciones sobre los chips avanzados de IA, el acceso a la nube y el peso de los modelos. La aplicación de estos controles es ahora competencia de la Administración Trump.
Dicho esto, aunque el presidente Trump ha abogado históricamente por medidas estrictas contra China, ciertas acciones postelectorales sugieren una moderación pragmática. En un ejemplo notable, el presidente Trump retrasó el cierre de TikTok para facilitar una venta de la aplicación, lo que indica que la Administración puede reevaluar los controles de exportación existentes para equilibrar las preocupaciones de seguridad nacional con los intereses económicos. Sin embargo, cualquier esfuerzo para relajar significativamente las restricciones a la exportación de chips avanzados a China se topará con la oposición bipartidista del Congreso, así como con los halcones de China dentro de la Administración.
Desregulación e incentivos industriales
En consonancia con su agenda desreguladora más amplia, se espera que la Administración Trump flexibilice la normativa en todo el sector tecnológico. En particular, el presidente Trump revocó una orden ejecutiva sobre inteligencia artificial firmada por el expresidente Biden, lo que sugiere una intención de fomentar la innovación y reducir las cargas de cumplimiento para las empresas tecnológicas. Es probable que este cambio de política cree un entorno más favorable para los fabricantes nacionales de semiconductores y fomente el aumento de la inversión y la producción en Estados Unidos, en la línea del recientemente anunciado Proyecto Stargate, de 500.000 millones de dólares.
Es poco probable que una segunda "Ley CHIPS" gane fuerza en Washington. Muchos congresistas republicanos se han comprometido a recortar el gasto federal a cambio de un aumento de 4 billones de dólares en el techo de la deuda, una reautorización de la Ley de recortes fiscales y empleo (TCJA) del presidente Trump, nuevas exenciones fiscales y fondos adicionales para la seguridad fronteriza y el ejército. Tal y como están las cosas ahora, los republicanos del Congreso simplemente no tienen apetito para otro gran proyecto de ley de gastos. La reautorización de la TCJA presenta algunas oportunidades para las partes interesadas de la industria de chips, ya que las disposiciones bipartidistas que se están discutiendo incluyen el restablecimiento inmediato de la concesión de gastos de I + D.
Implicaciones geopolíticas
Las políticas de la Administración están preparadas para remodelar significativamente el panorama mundial de los semiconductores. Con la aplicación de medidas proteccionistas y la reevaluación de los acuerdos comerciales vigentes, la Administración Trump pretende reforzar la posición de Estados Unidos en el sector de los semiconductores. Sin embargo, existe un riesgo real de que estas acciones conduzcan a un aumento de las tensiones geopolíticas, en particular con China y Europa, y podrían dar lugar a medidas de represalia que afecten a otras industrias. La posibilidad de un mercado mundial más fragmentado plantea retos a las empresas que operan dentro de la cadena de suministro de semiconductores.
Conclusión
En resumen, la Administración del presidente Trump está adoptando un enfoque más proteccionista y asertivo en la industria de los semiconductores, centrándose en la deslocalización de la fabricación a través de una combinación de controles a la exportación, desregulación, política fiscal favorable y aranceles. Si bien estas políticas pretenden reforzar la competitividad de Estados Unidos, también introducen incertidumbres y desafíos potenciales en el panorama mundial de los semiconductores.
Si desea más información sobre cómo afrontar los riesgos arancelarios y de importación, descargue el informe de Foley haciendo clic aquí. Para más información sobre el equipo de semiconductores de Foley, haga clic aquí.