Mes de concienciación sobre la salud mental: Apoyar la salud mental de los empleados cumpliendo la ADA
Mayo es el Mes de la Concienciación sobre la Salud Mental, un recordatorio oportuno para que los empresarios reflexionen sobre cómo la salud mental se cruza con las obligaciones laborales en virtud de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA). Muchas empresas de todo el país informan de un aumento de las preguntas y reclamaciones relacionadas con problemas de salud mental, sobre todo porque los empleados siguen afrontando el estrés post-pandémico, los retos del trabajo híbrido y una mayor atención cultural al bienestar.
La salud mental y la ADA: El panorama jurídico
La ADA exige a las empresas con 15 o más empleados que realicen ajustes razonables para las personas con discapacidad que cumplan los requisitos, a menos que ello suponga una dificultad excesiva. Los trastornos mentales como la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar, el TEPT y otros pueden considerarse discapacidades si limitan sustancialmente una o más actividades importantes de la vida, incluido el trabajo.
Es importante señalar que muchas de estas afecciones no son visibles de inmediato, y los empleados pueden no revelarlas hasta que se produce un acontecimiento desencadenante. Los empresarios deben estar preparados para responder de forma reflexiva -y legal- cuando la salud mental entre en la conversación.
Aumento de las solicitudes de alojamiento por motivos de salud mental
Desde 2020, los empleadores han notificado un aumento constante de las solicitudes de adaptaciones relacionadas con la salud mental. Estas pueden incluir horarios de trabajo modificados, acuerdos de trabajo a distancia o híbridos, espacios de trabajo silenciosos, permisos prolongados o incluso cambios en los métodos de supervisión.
La Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) ha dejado claro que las condiciones de salud mental reciben el mismo trato que las condiciones físicas en virtud de la ADA. Esto significa que los empresarios deben iniciar un proceso individualizado e interactivo para estudiar las adaptaciones razonables una vez que se les notifica una posible discapacidad.
Errores comunes que los empresarios deben evitar
Con demasiada frecuencia, los empleadores infringen involuntariamente la ADA al descartar un problema de salud mental como un "problema de rendimiento" sin considerar primero si puede estar en juego una afección subyacente. He aquí algunos escollos que conviene evitar:
- Ignorar las señales de alarma: Un empleado no necesita utilizar las palabras "discapacidad" o "adaptación" para desencadenar las obligaciones de la ADA. Si un empleado menciona el estrés, la ansiedad o que está recibiendo atención médica, a menudo es suficiente para iniciar el proceso interactivo.
- Solicitar demasiada información: Los empresarios tienen derecho a solicitar documentación médica, pero sólo para confirmar la existencia de una discapacidad y la necesidad de adaptaciones. Las preguntas invasivas o demasiado amplias pueden conllevar riesgos legales.
- Enfoques únicos: Las adaptaciones de salud mental son muy individualizadas. Lo que funciona para un empleado puede no funcionar para otro, aunque tengan el mismo diagnóstico.
Buenas prácticas para los empresarios
Para mitigar los riesgos y crear un lugar de trabajo más saludable e integrador, los empresarios deben:
- Formar a los supervisores para que reconozcan los posibles desencadenantes de la ADA y remitan a los empleados a RRHH o al departamento jurídico cuando proceda.
- Mantener un proceso interactivo coherente y bien documentado que trate por igual las discapacidades mentales y físicas.
- Considere la posibilidad de realizar adaptaciones proactivas cuando sea factible, como horarios de trabajo flexibles o programas de bienestar, que pueden reducir la necesidad de solicitudes formales.
- Fomentar una cultura de apertura y apoyo, dejando claro que la empresa se toma en serio la salud mental y cumple las obligaciones legales.
Las medidas de salud mental no son sólo un requisito legal, sino un imperativo empresarial. Las empresas que se toman en serio la salud mental tienden a ver mejoras en la retención de empleados, el compromiso y la productividad. Se recomienda a los empleadores que consulten a un abogado cuando se enfrenten a situaciones complejas relacionadas con la ADA.