Las tasas de patentes reimaginadas: Evaluación de la estructura de tasas basada en el valor de la Administración Trump y su impacto en los innovadores
Introducción: Un cambio radical en la política de PI
El WSJ informa de que la administración Trump quiere cobrar a los titulares de patentes entre el 1% y el 5% del valor de su patente para mantenerla tras su concesión. De aplicarse, supondría un cambio drástico con respecto al modelo tradicional de tarifa plana. Enmarcado como una medida de recaudación de ingresos, el plan remodelaría drásticamente el panorama de la innovación en Estados Unidos.
Posibles repercusiones para los innovadores
Los pequeños innovadores se verían desproporcionadamente afectados por las nuevas tasas propuestas. Las entidades más pequeñas a menudo confían en el sistema de patentes para proteger sus invenciones, pero carecen de recursos financieros para absorber aumentos significativos de los costes. Como resultado de estos cambios en las tasas, muchas pequeñas empresas pueden optar por utilizar otras vías para proteger sus innovaciones, como los secretos comerciales, o pueden renunciar por completo a invertir en la protección de la propiedad intelectual.
Dependiendo de cómo se evalúe el valor de las patentes, las grandes empresas tecnológicas, aunque más capaces de absorber los costes, podrían responder presentando menos solicitudes de patentes, pero de mayor valor estratégico. Esto podría reducir la prevalencia de las solicitudes "defensivas" y las patentes de escaso valor, lo que podría agilizar el sistema.
Concretamente en los sectores biotecnológico y farmacéutico, la protección de patentes es fundamental debido a los elevados riesgos y los largos plazos asociados al desarrollo de productos. Las tasas propuestas podrían elevar significativamente los costes, ya de por sí considerables, de sacar nuevos productos al mercado. Las pequeñas empresas de biotecnología pueden tener dificultades para proteger o licenciar sus avances, lo que podría dar lugar a una reducción de la inversión en las primeras fases de desarrollo. Los fabricantes de dispositivos médicos se enfrentan a presiones similares, en las que el equilibrio coste-beneficio de las patentes puede cambiar desfavorablemente.
La propuesta también podría dar lugar a la consolidación de la industria, a más asociaciones estratégicas o a un cambio hacia los secretos comerciales, lo que podría obstaculizar la innovación abierta y la colaboración. El efecto neto podría ser un panorama de patentes más ágil centrado en solicitudes de mayor calidad y una reducción de los "matorrales de patentes", pero potencialmente a costa de la accesibilidad y la diversidad de la innovación.
Cómo pueden adaptarse las empresas
Si la propuesta sigue adelante, las empresas pueden explorar diversas estrategias para mitigar el impacto de las nuevas tasas. Una respuesta probable es que recurran más a los secretos comerciales, especialmente en el caso de las innovaciones de software y procesos que son más fáciles de mantener confidenciales.
También es posible que las empresas desplacen sus patentes a jurisdicciones internacionales con regímenes de PI más predecibles o asequibles. Los modelos de innovación abierta, como la publicación defensiva o las licencias de código abierto, podrían ganar popularidad como forma de impedir que los competidores patenten invenciones similares.
La agrupación de patentes y los consorcios pueden llegar a ser más comunes, permitiendo a las empresas compartir los costes de presentación y mantenimiento de patentes. Además, las solicitudes provisionales podrían utilizarse de forma más estratégica para retrasar las solicitudes completas y gestionar el riesgo financiero.
Implicaciones más amplias
La estructura de tasas propuesta suscita preocupaciones más amplias sobre la equidad y la competitividad de Estados Unidos. Unas tasas más elevadas podrían agravar la brecha entre los operadores tradicionales bien financiados y los nuevos, fomentando la concentración del mercado y reduciendo probablemente la diversidad en la innovación.
Es casi seguro que las nuevas tasas reducirían el número total de solicitudes. Existe un argumento de peso según el cual la reducción del número de solicitudes daría lugar a patentes de mayor calidad. Aunque un menor número de solicitudes podría mejorar la calidad de las patentes, la barrera de los costes podría impedir que llegaran al mercado ideas disruptivas pero insuficientemente financiadas. Un menor número de patentes también aumentaría el riesgo de litigios sobre patentes.
En la escena mundial, Estados Unidos podría perder su ventaja competitiva si los innovadores deslocalizan la I+D a países con protecciones de PI más accesibles. Además, vincular las tasas al valor de las patentes introduce una gran incertidumbre, ya que la valoración es intrínsecamente subjetiva y propensa a la controversia.
Por supuesto, las implicaciones del impacto de la estructura de tasas propuesta dependen en gran medida de cómo se calcule la valoración y cómo se aplique a las patentes. ¿Se cobra a cada patente individual un porcentaje de los ingresos de un método, sistema o producto patentado aunque el sistema o producto pueda estar protegido por docenas o cientos de patentes? ¿O la tasa porcentual se distribuye entre todas las patentes atribuibles al método, sistema o producto patentado? Podría darse el caso de que fuera mejor para las empresas obtener más patentes para reducir las tasas si el porcentaje se aplica a toda la cartera de patentes. Por ejemplo, si una empresa de bicicletas gana 1 millón de dólares con las ventas de una bicicleta innovadora y hay 1.000 patentes sobre la bicicleta y la tasa es del 1% de los ingresos distribuidos sobre el número total de patentes, las tasas por patente son de 10 dólares y 10.000 dólares para la cartera de 1.000 patentes. Dado que este ejemplo reduce los ingresos para el gobierno, es poco probable que se aplique de esta manera; sin embargo, faltan detalles de aplicación de la propuesta y, sean cuales sean los detalles, los propietarios de patentes encontrarán formas de reducir lo que deben pagar.
Posibles impugnaciones jurídicas a la propuesta
Es probable que los cambios propuestos en las tasas se enfrenten a importantes desafíos legales. En virtud del 35 U.S.C. § 41, el Congreso, y no el poder ejecutivo, tiene autoridad para fijar las tasas de patentes. Históricamente, los tribunales han dado la razón a la USPTO en la fijación de tasas cuando los cambios son modestos y están vinculados a la recuperación de costes. Sin embargo, un aumento radical y basado en los ingresos podría ser anulado o suspendido a menos que el Congreso lo autorice explícitamente. Cualquier intento de aplicar unilateralmente un cambio de este tipo sería sin duda impugnado ante los tribunales, que probablemente argumentarían que un aumento drástico de las tasas excede la autoridad ejecutiva.
Además, la Ley de Procedimiento Administrativo (APA) exige que los cambios normativos se sometan a un proceso de notificación y comentario. El incumplimiento de este proceso podría dar lugar a recursos legales. También puede haber problemas constitucionales. Si las tasas son prohibitivas, las pequeñas empresas podrían alegar que violan las cláusulas de debido proceso o de igualdad de protección, aunque estas reclamaciones pueden ser difíciles de ganar.
En resumen, la propuesta de la Administración Trump está plagada de interrogantes e incertidumbre. El Congreso y los tribunales deben trabajar para garantizar que, sea cual sea la propuesta, sea examinada a fondo y aplicada por la rama correcta del Gobierno.