Mejores prácticas a la hora de implementar un programa para tomar la temperatura de los empleados durante la pandemia de COVID-19

Las empresas que siguen operativas durante la pandemia de COVID-19 se enfrentan al reto de determinar qué pueden hacer para minimizar el riesgo de propagación del virus y, al mismo tiempo, seguir proporcionando productos y servicios esenciales a nuestras comunidades. Muchos de estos empleadores esenciales han comenzado a tomar la temperatura de sus empleados con el fin de garantizar que aquellos que presenten síntomas de la enfermedad no contagien a sus compañeros de trabajo.

Este artículo aborda algunas de las mejores prácticas que pueden utilizar los empleadores que deciden tomar la temperatura de sus empleados para proteger su salud y seguridad y minimizar sus riesgos legales.

Fondo

En circunstancias normales, la Ley de Estadounidenses con Discapacidades limita estrictamente las circunstancias en las que los empleadores pueden exigir a los empleados que se sometan a exámenes médicos, lo que incluye la medición de la temperatura. De acuerdo con las directrices de la EEOC, los empleadores solo pueden tomar la temperatura de un empleado si ello está «relacionado con el trabajo y es coherente con las necesidades de la empresa».

Pero lo que constituye una necesidad empresarial es diferente durante una pandemia. No es de extrañar que, dada la magnitud y la gravedad de la pandemia de COVID-19, la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo, organismo encargado de hacer cumplir la ADA, haya declarado que los controles de temperatura durante este periodo son válidos y apropiados.

No obstante, para los empleadores que aplican esta práctica, es importante que tomen medidas para asegurarse de que están teniendo en cuenta varias cuestiones diferentes y cumpliendo con todas las normas legales aplicables.

¿Quién debe tomar la temperatura?

Mejores prácticas: En el caso de los empleadores que cuenten con una enfermera o un profesional médico cualificado en sus instalaciones, el personal cualificado debe tomar la temperatura y/o formar al personal no médico para que lo haga. En caso de que la enfermera o el profesional médico imparta formación a otras personas, dicha formación debe documentarse por escrito.

En el caso de los empleadores que no cuenten con una enfermera o un profesional médico capacitado en el lugar de trabajo, el empleador deberá designar a uno o más miembros del personal directivo para que realicen las pruebas. Esta persona deberá revisar las instrucciones de uso del termómetro o del equipo de escaneo para garantizar su uso adecuado. Dicha persona también deberá estar capacitada para realizar un seguimiento en caso de que se produzca un error o un resultado que no sea coherente con el sentido común (es decir, una lectura demasiado baja o demasiado alta).  El proceso de formación debe documentarse.

¿Qué equipo debemos utilizar? ¿Qué EPI debe recibir la persona que toma la temperatura?

Estas cuestiones están interrelacionadas. La mejor práctica consiste en utilizar equipos que no requieran contacto directo entre la persona que toma la temperatura y los empleados. Los escáneres que pueden medir la temperatura a distancia son ideales. Los escáneres frontales también minimizan el contacto. Si tiene problemas para conseguir este tipo de termómetros, los termómetros orales u otros tipos de termómetros son un sustituto razonable.  En este último caso, asegúrese de limpiar bien los termómetros entre cada empleado, para no propagar la infección. Lea y siga las instrucciones de limpieza que acompañan al termómetro. Si no hay instrucciones disponibles, enjuague la punta del termómetro con agua fría, límpiela con alcohol o con toallitas con alcohol y, a continuación, enjuáguela de nuevo antes de volver a utilizarla.

Si utiliza un método de medición de la temperatura que requiere contacto entre la persona que toma la temperatura y los empleados, esta persona debe estar equipada con el equipo de protección personal adecuado para garantizar la seguridad de ambas partes. Se le deben proporcionar guantes, gafas protectoras, mascarillas y batas. Si la persona que toma la temperatura no utiliza un sistema «sin contacto», debe cambiarse los guantes después de cada medición.

Esperar en fila y tomar la temperatura: ¿este tiempo es compensable? ¿Cuáles son algunas de las mejores prácticas para un proceso que respete el distanciamiento social?

El encargado de tomar la temperatura no es el único que debe tener en cuenta las mejores prácticas en el proceso de toma de temperatura; los empleadores también deben conocer los requisitos de distanciamiento social de los distintos estados y municipios para los empleados que esperan a que se les tome la temperatura. 

Mejores prácticas:  

• Considerar si se pueden establecer turnos adicionales para reducir el número de empleados en el lugar de trabajo al mismo tiempo.
  
  
• Escalonar los horarios de inicio y finalización de los turnos más allá de lo normal siempre que sea posible (sin dejar de garantizar la seguridad de las operaciones), para evitar que los empleados se congreguen durante el cambio de turno y que se produzcan aglomeraciones en las entradas y salidas.
  
  
• Crear pasillos (al aire libre, pero preferiblemente cubiertos) donde los empleados puedan entrar en las instalaciones pasando por una línea de control de temperatura.
  • Si es posible, disponga de varias líneas y entradas de este tipo para reducir las aglomeraciones.
  • Considere colocar marcas (ya sea con cinta adhesiva o de otro tipo) en el suelo del pasillo para delimitar tramos de seis (6) pies de longitud, con el fin de facilitar un mayor distanciamiento social entre los empleados mientras hacen cola.

Es probable que en los próximos meses se plantee la controversia de si los empleados deben recibir una compensación por el tiempo que dedican a tomarse la temperatura (y a esperar en la fila para hacerlo). En la medida en que alguna autoridad legal exija una prueba de temperatura antes de permitir que un empleado trabaje, es probable que el tiempo dedicado a realizar dicha prueba sea compensable. Sin embargo, incluso si no se exige dicha prueba, tanto las buenas relaciones con los empleados como los requisitos de la legislación estatal pueden aconsejar a favor de pagar a los empleados por este tiempo.

Tenga en cuenta también que la FLSA prohíbe generalmente interrumpir el tiempo remunerable una vez que comienza la jornada laboral del empleado (aparte del periodo de almuerzo no remunerado).  Por lo tanto, si el tiempo remunerable del empleado comienza con la comprobación de la temperatura (o la espera en la fila), es probable que todas las actividades posteriores al turno también sean remunerables. La aplicación de las mejores prácticas descritas anteriormente en relación con los turnos escalonados también debería reducir el tiempo que los empleados dedican al proceso de comprobación de la temperatura.  

¿Qué constituye una fiebre?

El CDC establece que, a efectos del COVID-19, se considera fiebre cualquier temperatura igual o superior a 100,4 grados Fahrenheit/38 grados Celsius. No obstante, asegúrese de consultar también las directrices estatales y locales relativas a los niveles de temperatura. Algunos gobiernos y organismos estatales y locales han establecido sus propios umbrales, más restrictivos (y algunos menos restrictivos) para determinar qué se considera fiebre. Por supuesto, dichas directrices deben dictar si los empleadores pueden impedir que un empleado acceda al lugar de trabajo.

Un empleado ha dado positivo. ¿Qué hacemos?

Notifique discretamente al empleado que tiene fiebre y no le permita entrar en el entorno laboral. El empleado debe iniciar los procedimientos de cuarentena y no volver al trabajo durante 14 días, y solo si en ese momento lleva tres (3) días sin fiebre y tampoco presenta otros síntomas.

¿Debo llevar un registro de los controles de temperatura?

Si bien los empleadores pueden tomar la temperatura durante esta pandemia, si se «registra» la temperatura de los empleados, esa información debe mantenerse confidencial según la ADA y solo debe proporcionarse a quienes deban conocerla.  Los empleadores también pueden considerar la posibilidad de registrar simplemente «no» (lo que significa que la temperatura del empleado está por debajo del umbral adecuado) o «sí» (lo que significa que el empleado tiene fiebre de 100,4 grados o más) para cada empleado, en lugar de registrar la temperatura específica de cada empleado en un día de trabajo determinado. En cualquier caso, la información que se registre debe tratarse como un documento médico confidencial y no incluirse en el expediente personal de ningún empleado.  

Advertencia final

Por último, cabe señalar que tomar la temperatura de los empleados y examinarles para detectar fiebre no es una solución milagrosa contra la propagación de la COVID-19. Aún hay mucho que la comunidad médica desconoce sobre la COVID-19 y su propagación. La información médica actual sugiere que las personas sin síntomas (es decir, asintomáticas) pueden estar infectadas con COVID-19 y transmitir el virus a otras personas. 

Por este motivo, tomar la temperatura no elimina la necesidad de practicar otras medidas para evitar la propagación del virus: mantener las mejores prácticas de distanciamiento social, incluyendo promover el trabajo remoto en la medida de lo posible; mantener distancias adecuadas entre los empleados que se encuentran en el lugar de trabajo; lavarse y desinfectarse las manos con frecuencia; y limpiar y desinfectar con frecuencia las áreas comunes y los puntos de contacto en todo el lugar de trabajo.

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